miércoles, 16 de marzo de 2011

49 millones de personas con dolores en España

"Llevo 5 meses con las manos hinchadas, no me puedo ni peinar. El traumatolo me recibe dentro de 5 meses", "Tenía el menisco roto y mientras esperaba para la operación se me rompió el otro (por cargar con el peso del cuerpo él solito)", "Pedí hora para el especialista pero ya no hay hueco para este año. Me piden que vuelva a solicitarla cuando abran el calendario para las citas de 2012."... Estos son sólo unos ejemplos de los millones, me atrevo a dar esa cifra, de personas que viven esta situación. La saturación de la sanidad es cada día más patente en nuestro país.

Lo primero que sienten estos "no pacientes" es impotencia. Seguramente llevaban días aguantando el dolor para evitar las colas en el centro de salud pero ya era insoportable y acudieron al médico. Lo siguiente, el segundo paso de este complicado proceso se divide en varias opciones:
  1. Esperar tu turno como en el mercado (Imprescindible paciencia y calmantes para dormir)
  2. Acudir a urgencias y exágerar el dolor (exágerarlo lo máximo posible para que la enfermera no se enfade porque trabaja "más de lo que debería")
  3. Pagar la tasa de una consulta privada (en la mayoría de los casos te encontrarás con el mismo médico de la sanidad pública que hace doblete)
La primera opción es inviable en la mayoría de los casos ya que las consecuencias de la espera provocan complicaciones = perder dos meniscos por el precio de uno. La segunda opción parece la más razonable y todos sabemos que es la más utilizada. Ello complica las cosas porque las salas de espera se llenan en ocasiones como si estuvieran poniendo la final de la Eurocopa en la televisión del hospital. Enfermos fanáticos por ser los primeros en entrar, por llegar a puerta cuanto antes. En este fanatismo se mezclan patologías de gravedad con simples resfriados y es cuando las enfermeras se enfadan por el mal uso del servicio.
La tercera opción es un privilegio para una pequeña proporción de la población. Si pudiéramos pagar a los especialistas nadie aguantaría meses para ser operado. Lo peor de la tercera opción es la paradoja: pago la sanidad pública con mis impuestos y pago el servicio privado de mi bolsillo.

¿Por qué pagamos impuestos si no obtenemos beneficios?

 Los impuestos de los españoles no son suficientes para satisfacer las necesidades de los 49 millones de habitantes que residen en este paraíso. El sistema sanitario arrastra un déficit que ronda los 10.000 millones de euros. Esto ha sacado a la palestra en debate del copago sanitario, el cual rechazan tajantemente  nuestros políticos. 
Leire Pajín, Ministra de sanidad: "La postura del Gobierno sobre este asunto no es una postura dogmática, ni siquiera ideológica. Es una postura después de haber estudiado el modelo sanitario de otros países europeos y de ver si merece la pena o no introducir una medida que recaiga directamente en el bolsillo de los ciudadanos en función, no ya de su renta, sino de si necesitan más la sanidad o no. Y en eso no estoy de acuerdo por varias razones: primero, porque no ahorra lo suficiente para garantizar la sostenibilidad del sistema. En segundo lugar, porque puede producir un riesgo serio de inequidad, ya que un ciudadano que tenga que pagarse una radiografía y que tenga problemas económicos puede dejar de hacérsela"

IU-ICV-ERC: "afectarían gravemente a principios básicos del derecho constitucional a la salud, como la accesibilidad, la universalidad y la gratuidad de la atención integral de salud sin aportar, a cambio, avances significativos en la organización de la demanda y mucho menos en la financiación del Sistema Nacional de Salud"

Sin embargo en países como Francia o Alemania existe el copago. Los pacientes deben pagar un euro cada vez que asisten al centro de salud. Con ello consiguen que la sanidad se tome en serio, responsabilidad en los usuarios. El gran problema de España es el aumento demográfico y el envejecimiento de la población.Además de las mentiras de los políticos. Aseguran que no desean privatizar la sanidad, que el copago no es la respuesta, sin embargo disponemos de sanidad privada y sería más rentable pagar un euro cada vez que vamos al médico.

Conclusión: Lo que habría que engordar es la partida presupuestaria de la sanidad y evitar las partidas extraordinarias destinadas a flyers propagandísticos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario